Metafísica en la era de Acuario

lunes, enero 16

DECIMA TERCERA LUZ

LEY DE VIBRACION

Nada está inmóvil; todo se mueve; todo vibra” (El Kybalion).
Esta ley encierra la verdad que todo está en movimiento, nada permanece inmóvil. Esto lo confirma la ciencia moderna, y cada nuevo descubrimiento lo verifica y lo comprueba. Este principio explica las diferencias entre las diversas manifestaciones de la materia, la fuerza, la mente y aún el mismo espíritu, que no son sino el resultado de las diferentes frecuencias de vibración. La frecuencia son las vibraciones por segundo, ciclos por segundo ó hertz que emite cada cuerpo, existiendo bandas de frecuencia para los distintos sonidos, colores, radios, electromagnetismo, calor, etc.
Si observamos un cuerpo físico, por ejemplo, una mesa, en forma superficial, a primera vista no notamos ningún movimiento; pero esta mesa está formada por moléculas, átomos, protones, electrones, etc., los cuales llegan a ser visibles si los observamos con los instrumentos científicos adecuados.
Desde el TODO, que es puro espíritu, hasta la más tosca forma de materia, todo está en distintas frecuencias de vibración: cuanto más alta es ésta, tanto más elevada es su posición en la escala.
La vibración del espíritu es de una frecuencia (ciclos por segundo) infinita. Mientras más espiritual sea una persona, más alta será su frecuencia y si es poco espiritual tendrá una frecuencia baja.
Entre ambos polos de la escala hay millones de grados de frecuencias vibratorias. Desde el corpúsculo y el electrón, desde el átomo y la molécula hasta el astro y el universo, todo está en vibración.
Esto es igualmente cierto en lo que respecta a los estados o planos de la energía, la que no es más que un determinado estado vibratorio, y a los planos mentales y espirituales. Una perfecta comprensión de esta ley habilita al estudiante de la luz a controlar sus propias frecuencias mentales, así como las de los demás.
ELEVEMOS NUESTRA PROPIA FRECUENCIA Y LA DE LOS DEMÁS AL MAXIMO