Metafísica en la era de Acuario

jueves, febrero 9

VIGESIMA PRIMERA LUZ

Imagen de sitio público:
ECONOMÍA Y METAECONOMIA
COMO GANAR DINERO
La economía tradicional enseñada en las aulas universitarias es aceptada por la mayoría de las personas como un conocimiento auténtico y verdadero que es avalado por la ciencia.
Recordemos que el ser humano y el planeta Tierra son espíritu, alma, mente, emociones y cuerpo físico. La economía tradicional trabaja con lo material (cuerpo físico), emociones y mente de las personas, dejando de lado el alma y el espíritu. Por lo tanto, recordemos también que usa solamente el hemisferio izquierdo del cerebro que trabaja con la mente concreta: la lógica, la razón, la economía académica y la tercera dimensión; y no considera el hemisferio derecho que trabaja con la mente abstracta: alma, espíritu, intuición, cuarta y sucesivas dimensiones. Debemos unir y complementar el hemisferio izquierdo con el hemisferio derecho: la ciencia con la metaciencia, la economía con la metaeconomía, la lógica con la intuición, la razón con la fe, etc.
Al usar solamente la lógica y la razón (hemisferio izquierdo) estamos ocupando 1/10 de nuestra inteligencia. Es necesario usar la lógica y la intuición complementadas, para así ocupar el 100 % de nuestra inteligencia (hemisferios izquierdo y derecho unidos).
A continuación nos introduciremos en el espacio de la metaeconomía y consideraremos el dinero como una energía. Tradicionalmente se ha pensado que la capacidad de hacer dinero es privilegio de unos pocos y que tan sólo una evaluación técnico-económica (tasa interna de retorno, beneficio/costo, etc.) óptima puede conducir a este objetivo. Esta idea es totalmente subjetiva, parcial y no está en armonía con la idea global y objetiva. Debemos optimizar la idea global, general, universal y por añadidura se optimizará también la idea pequeña y subjetiva.
Lo que hemos hecho hasta el momento es optimizar la idea subjetiva, pero hemos pesimizado la idea global y objetiva. Optimizando el subsistema se ha pesimizado el sistema. Debemos optimizar el sistema para hacer crecer también el subsistema.
Ahora vamos a considerar que la energía se transforma. Si queremos girar dinero de un Banco lo primero que tenemos que hacer es depositar dinero material, y por la ley de correspondencia “como es abajo (lo material), es arriba (lo espiritual) y como es arriba, es abajo”, vamos a imaginar un Banco Espiritual donde se deposita en unidades espirituales. Estas unidades espirituales son buenas acciones, ayudar al prójimo, socorrer al necesitado, ayudar al enfermo, socorrer a los ancianos y huerfanitos, amar a los demás, etc.
Si Ud. realiza buenas acciones está generando una cierta cantidad de energía. Esta energía se va depositando en forma automática en el Banco de DIOS. Como Dios conoce de antemano todas nuestras necesidades de tipo económico, sin que nosotros hagamos la papeleta de giro correspondiente, EL automáticamente devuelve esta energía o dinero, a través de las personas o acontecimientos ni siquiera imaginados por nosotros, cubriendo nuestra necesidad de la forma más inesperada e insólita.
El poder del dinero no está tan sólo en un multimillonario, sino que dentro de cada uno de nosotros, en nuestra mente e imaginación. Como la energía sigue al pensamiento y también a la imaginación, todo lo que nosotros pensemos e imaginemos se materializará posteriormente, dependiendo de la intensidad y frecuencia de estos pensamientos y cuadros imaginativos.
Realizando una contemplación meditativa dinámica en forma periódica (ley de ritmo) vamos también materializando nuestro objetivo apoyándonos en muchas buenas acciones, ayuda al prójimo, etc. para poder llevar muchas unidades espirituales al Banco de Dios. De la devolución de esta energía en unidades espirituales se encarga automáticamente DIOS a través de los medios generalmente menos esperados por nosotros. De esta forma las unidades espirituales se transforman en energía de dinero.
Todos sabemos que hay que “dar para recibir”; hay una proporcionalidad directa entre lo que demos en unidades espirituales con lo que recibiremos en ayuda monetaria.
Es importante considerar que no debemos ayudar y trabajar en este objetivo con la esperanza de recibir algo a cambio. Se debe dar con alegría sin esperar recibir nada a cambio, solamente por la alegría de dar y amar. Para esto es necesario olvidarse de uno mismo y pensar solamente en el prójimo, no debemos ser egoístas y ser totalmente altruistas.

Ejemplos prácticos:

1.- Si una persona está cesante, sin trabajo, lo primero que debe hacer es pensar como ayudar a los demás. Puede hacerse en un papel una lista de los amigos, familiares, vecinos, etc. que tengan problemas de distinta índole, e ir a visitarlos para brindarles consuelo, escucharlos, entregar la ayuda que más pueda, levantarles el ánimo, etc. De esta forma depositará unidades espirituales en el Banco de Dios, las cuales serán giradas automáticamente por EL y reembolsadas al depositante generalmente en la forma más inesperada.

2.- Recordemos al Divino Maestro que nos enseña: “cuando le diste de comer a un hermano a Mí me diste de comer”. El nos dice que la separatividad no existe, ya que es una verdadera herejía, sólo existe una unidad férrea e invisible entre todas las almas y los espíritus. Cuando le damos de comer a un hermano depositamos muchas unidades espirituales en el Banco de Dios.

Debemos tener en cuenta que todo es energía; las cosas tanto materiales como inmateriales son distintos estados de energía y todos vibran con frecuencias diferentes (Vibraciones por segundo).
El dinero tiene una frecuencia determinada y podemos transformar frecuencias más altas, de tipo espiritual, en vibraciones por segundo de dinero, ya que todos sabemos que la energía se transforma.
El ser humano puede generar y absorber energía a través de las palabras, pensamientos e imaginaciones. Por eso, es sumamente importante hablar, pensar e imaginar siempre el éxito, para poder atraerlo. Nunca debemos pensar e imaginar el fracaso, ya que si así lo hiciéramos atraeríamos de inmediato a nuestras vidas todo lo negativo (pobreza, enfermedades, depresión, etc.).
Es importante considerar que el mundo material está unido con el mundo espiritual o sobrenatural. Existe un mundo material conocido por todos nosotros mediante nuestros cinco sentidos: vista, oído, olfato, gusto y tacto. Cada uno de estos sentidos tiene un rango de captación de ondas desde una frecuencia (vibraciones por segundo) mínima hasta una máxima, que es diferente para cada sentido. Por lo tanto, nuestros cinco sentidos son limitados y pueden captar solamente una pequeña parte del todo.
Si buscamos la VERDAD en forma completa, objetiva y absoluta nuestros cinco sentidos son totalmente insuficientes.
Debemos buscar en el mundo invisible para nuestros cinco sentidos el complemento de esta VERDAD absoluta, y, necesariamente unir el mundo material de nuestros cinco sentidos con el mundo espiritual o sobrenatural donde hay innumerables frecuencias que no podemos captar, pero que también existen.
Recordemos que el dinero es un medio y no un fin. DIOS es siempre el fin. Las Sagradas Escrituras nos dicen “Preocupaos de lo espiritual y el resto (el dinero) se os dará por añadidura”. No nos preocupemos de ser ricos materialmente, sino espiritualmente, llenando de amor a nuestro prójimo. El Divino Maestro nos enseña : “de nada le sirve al hombre tener todo el oro del mundo, si no tiene amor”, ya que solamente el amor nos comunica con la divinidad que está dentro de nosotros, y nosotros sin la comunicación con Dios (Yo Superior) estamos totalmente perdidos y quedamos a merced de nuestro yo inferior, no logrando nunca la verdadera felicidad que busca tanto el ser humano.
SI NO TENEMOS DINERO IRRADIEMOS MAS LUZ
Y DISIPAREMOS LA OSCURIDAD Y LA POBREZA